IGLESIA DE SANTIAGO EN VILLARES DE ÓRBIGO

 

Templo parroquial de medidos del siglo XVII. El primer libro, del que hay constancia en el archivo parroquial, es el libro de cuentas que incluye los años 1607-1676. Tiene un pórtico castellano a mediodía con un pavimento que escribe un dibujo eucarístico formado con cantos rodados.

La puerta es de un arco de medio punto barroco decorado con casetones en las dovelas, en la clave con un motivo jacobeo: la vieira. También podemos observar en la sacristía un arco con una cruz de Santiago.

En el altar se puede distinguir claramente su decoración churriguesca y profusa propia de las escuelas de Astorga y Castilla del S. XVII. En la hornacina central se encuentra la imagen de Santiago Matamoros a caballo, que en el sombrero lleva la concha de peregrino, es de madera de nogal y se hizo en el año 1630. A su derecha la imagen de San Roque con las conchas de peregrino, una maravillosa talla policromada, y a su izquierda San José con el niño. En el cuerpo superior la imagen de Cristo Crucificado sobre un fondo pictórico donde se representa el calvario. Sobre la hornacina en un primer plano encontramos la imagen de la Virgen entronizada con el niño: “La Virgen del Carmen” de época románica (s. XIII), procedente de una ermita desaparecida.

La pila bautismal, debido a la dura caliza de la cual está realizada, la piedra no permitía muchas florituras barrocas y se optó por una decoración floral de rombos en tres círculos.

Para remarcar el centro jacobeo de todo el templo hay un detalle que nos aclara un dato más de importancia de este templo en el Camino de Santiago: las vieiras de la base. El bello mensaje es muy claro: el Bautismo es el primer paso de nuestra peregrinación en la tierra.

En el atrio, al salir, hay un crucero de dos o tres épocas: arcos románicos, casetones y una fila de arcos adintelados.

 

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